Aena cancela los cursos para supervisores y obliga a los instructores a realizar un curso sin valor pedagógico, que solo busca justificar fondos europeos ->->

Coincidiendo con  la publicación del Real Decreto que regula la licencia europea de controlador aéreo y tal como ya recogiera APCAE en su análisis del mismo, Aena ha cancelado los cursos para supervisores que habían sido implantados tan solo unos meses antes, después de llevar años solicitándolos. Además, se da la contradictoria circunstancia de haber contratado a una empresa de coaching para formar a los instructores, que está siendo muy criticada por todos los asistentes por su escasa capacidad para enseñarles destrezas que les faciliten la posterior formación de controladores en el puesto de trabajo con tráfico aéreo real.

La medida adoptada por Aena para los nuevos supervisores consiste, en una simple charla de una duración aproximada de dos horas durante la que se les explica cuestiones meramente administrativas, de manejo de la documentación que afecta al desarrollo de sus funciones y de conocimiento del listado telefónico de los departamentos y organismos con los que tendrá que ponerse en contacto durante el servicio. Nada respecto a la supervisión operativa tan importante para la Seguridad del tráfico aéreo.

Por lo que se refiere al curso de instructor, lejos de corresponderse con el curso que tiene establecido Eurocontrol, Aena ha optado por contratar a una empresa sin experiencia en el campo del control del tráfico aéreo que ha diseñado un programa formativo teórico y práctico después de haber visitado algunas dependencias de control en las que ha observado el trabajo de los instructores. Un programa de nula utilidad que no parece haber sido validado por nadie.

Si bien la parte teórica, que se realiza online, puede tener cierta utilidad, el problema surge a la hora de asistir a la parte práctica en la que, entre otras actividades calificadas como inútiles y de pérdida de tiempo y de dinero, se propone a los asistentes la realización de una especie de puzzle y otros «juegos para niños» que no aportan absolutamente nada que pueda posteriormente aplicarse en el entrenamiento de alumnos controladores.

Una vez finalizado, los asistentes tienen que rellenar un cuestionario cuyo objetivo, lejos de evaluar el nivel pedagógico del curso, es justificar ante un organismo europeo la inversión realizada, cuestión esta que parece ser lo único importante para Aena, ya que su desinterés real en la formación de los instructores -como en la de los supervisores- se hace patente de nuevo, como en otras muchas áreas de la gestión del ente público, al menos por lo que a Navegación Aérea se refiere.

El enfado de la mayoría de los asistentes es tal, que están planteándose recoger firmas para denunciar esta situación ante la Dirección General de Aviación Civil y ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), no solo porque resulta frustrante que después de estar años solicitando un curso de instructor en condiciones la respuesta haya sido el que ofrece una empresa que desconoce las necesidades operativas del control del tráfico aéreo respecto de la formación, sino también por la veintena de horas que los controladores aéreos tienen que dedicarle a lo que se considera una pérdida de tiempo y hasta en algunos casos una tomadura de pelo, una situación que contrasta con la nueva política restrictiva de la Dirección de Navegación Aérea por lo que a gasto relacionado con los controladores aéreos se refiere, que está llevando al cierre de sectores de control.

Si bien APCAE llama a la prudencia y considera que los instructores deben asistir a este curso, también anima a todos los asistentes a remitirnos toda la información que consideren oportuna a fin de poder realizar un informe y, eventualmente, una denuncia ante los organismos aeronáuticos competentes, sin descartar otras posibilidades legales, con el fin no solo de replantear el curso desde un punto de vista más ajustado a las necesidades formativas de los controladores-instructores, sino también llegar al fondo de la razón que ha llevado a gestionarlo con semejante desinterés.

APCAE lamenta y pone de manifiesto una vez más, la persistente política de Aena de tomar medidas con el único objetivo de cubrir el expediente despreocupándose en realidad de la formación de su personal controlador y de malgastar los fondos europeos de forma tan irresponsable y lesiva para el interés general en una época de crisis económica como la que atravesamos.

La junta directiva de APCAE

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